Esta entrevista
apareció en mayo de 2009 en el periódico digital salvadoreño, ContraPunto. Es un
medio fundado por el periodista, Juan José Dalton (hijo del poeta Roque Dalton).
Estas declaraciones
del excomandante guerrillero hicieron que la intelectualidad latinoamericana
que conoció a Roque se solidarizara con la familia Dalton. Voces como la de
Silvio Rodríguez pasando por la de Horacio Castellanos Moya hasta llegar a
íconos de la literatura como Eduardo Galeano se alzaron a favor del esclarecimiento sobre dónde están
los restos del poeta, creador de obras emblemáticas como “La ventana en el
rostro” y “Taberna y otros lugares”.
Después de esta entrevista,
la familia Dalton demandó ante la Fiscalía General de la República a Jorge Meléndez y Joaquín
Villalobos por el asesinato del poeta. A inicios de 2013 las autoridades
consideraron que el caso había prescrito y que no podía considerarse crimen de lesa
humanidad.
El “caso Dalton”, sin
embargo fue llevado en 2012 a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con sede en Washington.
“Estamos esperando que esta institución lo acepte. Entonces comenzaría un proceso de estudio por los comisionados,
quienes al final, cerrarán el caso o demandarán al Estado el cumplimiento de
recomendaciones como lo han hecho con otros casos salvadoreños”, ha dicho Juan
José Dalton. Además añade que “la
Fiscalía General de la República no investigó absolutamente nada de la denuncia.
Sólo se basó en la prescripción del delito”.
En 2013 la Asamblea Legislativa de El Salvador
aprobó que se decretara cada 14 de mayo como el Día Nacional de la Poesía en
homenaje a los poetas salvadoreños, pero con énfasis en el intelectual y poeta,
Roque Dalton.
En 2012 la CIA desclasificó un conjunto de informes relacionados con Roque Dalton y estos afirman que el poeta nunca
fue agente de la CIA, tal y como afirmó un comunicado del ERP tras el asesinato
de Roque.
Un sábado 10 de mayo
de 1975, el poeta Roque Dalton fue asesinado por sus propios compañeros de
armas y de organización a la que pertenecía: el Ejército Revolucionario del
Pueblo (ERP). ¿La razón? Fue acusado de insubordinación y de incitar a la
rebeldía a su compañero, Armando Arteaga (alias “Pancho”). Posteriormente a
Dalton se le agregó, entre otras cosas, la acusación de ser agente de la CIA.
Esta acusación le pondría fin a los días del poeta.
Entrevistado en 1993
por el periódico mexicano Excélsior, Joaquín Villalobos (miembro de la cúpula
del ERP) dijo que el asesinato del poeta Dalton “fue un tremendo error”. En
dicha entrevista dio un listado de los que participaron en la decisión
colectiva de desaparecer al poeta: Alejandro Rivas Mira, Jorge Meléndez,
Vladimir Rogel, Alberto Sandoval (Lito), otro de seudónimo Mateo y el mismo
Joaquín Villalobos.
ContraPunto conversó
con una de esas personas que mencionó Joaquín Villalobos: Jorge Meléndez (alias
“Jonás”) durante la guerra. En la actualidad es el secretario para Asuntos de
Vulnerabilidad y director general de Protección Civil. Esto gracias a la
invitación que le hiciera el presidente Mauricio Funes, mismo que ha mencionado
al poeta Dalton en sus discursos como “nuestro más grande poeta”.
Los homenajes que el
gobierno preparó en el año 2010 en honor al poeta no fueron apoyados por la
familia Dalton y han sido calificados por el cineasta Jorge Dalton —otro de sus
hijos— como “la ofensa más grande que se le haya hecho al poeta Roque Dalton y
a la familia después de 35 años de su asesinato”.
Jorge Meléndez
responde escuetamente. Dice tener una verdad de los hechos. Su propia verdad.
Esta la dirá “cuando tenga tiempo” y añade algo valioso: “Yo estuve ahí y yo sé
lo que pasó”, pero que “no tiene prisa” para hacerlo público. También entra en
contradicción con Joaquín Villalobos, pues este último fue claro al afirmar que
en el asesinato de Roque Dalton “indiscutiblemente no hubo juicio, aunque
nosotros hayamos dicho que eso fue un juicio”.
¿Cómo conoció “Jonás”
a Roque Dalton?
En un informe que dio
Sebastián Urquilla (Alejandra Rivas Mira), el cual decía que estaba incorporado
Roque Dalton y que tenía por seudónimo “Julio”. Ahí me enteré de él. No lo conocí,
simplemente informaron. Posteriormente en una reunión —especie de encuentro, no
recuerdo— pude saber quién era “Julio”.
Cuando se conocen y él
forma parte del ERP, ¿cómo es la relación?
Yo soy fundador del
ERP. Él vino, si no me equivoco, en 1974 o… No, en 1975…
Ajá, ¿compartían,
debatían…?
No.
Seré directo: ¿Dónde
se encontraba Jorge Meléndez, fundador del ERP, alias “Jonás” cuando asesinaron
a Roque Dalton?
¿Cuándo asesinaron a
Roque Dalton? ¿Me podría decir usted cuándo asesinaron a Roque Dalton y en qué
fecha exacta y a qué hora?
10 de mayo de 1975…
Umjú… Falso, falso.
Esa decisión fue un proceso largo y participó, es cierto, la anterior
dirección. Yo no era de la anterior dirección… Eh… participó la anterior
dirección y… Participó… ¿Cómo le llamaban a este…? El Estado Mayor, que era una
parte de esa dirección. La dirección de ese entonces estaba conformada por Lil
Milagro, Alejandro Rivas Mira, Joaquín Villalobos, Fermán Cienfuegos… No
recuerdo los otros. Y entonces, esta decisión de la que habla Joaquín fue
cuando ya hubo un fracturamiento (sic). Recuerdo que hubo dos grandes asambleas
y hubo todo un proceso en el cual la declaración más fulminante fue la de
Salvador Cayetano Carpio que dijo que Roque Dalton tenía una historia bastante
oscura, que se escapó del penal de Cojutepeque escarbando hoyos con una
cucharita. Entonces por eso le tenían serias desconfianzas. Salvador Cayetano
Carpio era el dirigente de las FPL (Fuerzas Populares de Liberación). Esto fue
la base de la acusación de Rivas Mira para decir que Roque Dalton podría ser
agente de la CÍA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos).
¿Por qué lo menciona a
usted Joaquín Villalobos? Él afirma que pactaron no descargar la culpa en una
sola persona, pues la decisión es colectiva: “una responsabilidad de todos”
Eso es cierto. Por eso
digo: es falso que fuera un pequeño grupo. Fue todo un proceso. Incluso hubo
dos asambleas. Por eso le digo: era un grupo que le llamaban el Estado Mayor y
luego en esa decisión hubo una reunión donde nos llamaron y nos dijeron estas
son las alternativas…
Entonces le hago una
pregunta directa: ¿cuál fue su participación en el asesinato, vigilancia o
juzgamiento en el caso Roque Dalton?
Bueno, en todo lo que
usted llama asesinato está implicando un punto de vista, que al menos yo no lo
comparto con usted. Estamos hablando de una situación de una guerrilla en la
que se dio un proceso político y donde Roque Dalton fue muerto. Por asesino yo
entiendo que una persona comete un acto contra otro. No sé por qué motivo y
aquí estamos hablando de un proceso político. Yo no soy asesino de Roque
Dalton. Eso lo quiero dejar claro. En ese proceso del ERP con mucho
orgullo yo soy partícipe. En el momento que yo considere, porque es mi derecho
y es mi atribución de cómo interpreto, analizo y fueron las cosas, pues yo lo
voy a hacer [decir]. Usted tiene todo el derecho de preguntar. Entiendo que
está haciendo un reportaje. Tiene derecho de tener opinión. Incluso de decir
asesinato. Incluso me está diciendo asesino. Yo le quiero decir que yo no lo… Yo
no le acepto ese insulto y no lo comparto.
Le pregunto esto
porque existe una entrevista con Joaquín Villalobos en la que lo menciona a
usted en la participación, en la decisión colectiva. Hay también un texto de
Geovani Galeas en la que dice lo siguiente, se lo leo literalmente:
“Una madrugada de abril de 1975, Jonás y cuatro combatientes bajo su mando llegaron a una casa clandestina de Santa Anita. La misión consistía en relevar a la unidad que vigilaba a dos prisioneros confinados en cuartos separados, pero libres de manos y pies: Armando Arteaga y Roque Dalton, compañeros acusados de insubordinación.
Colocó el dispositivo de defensa y ordenó a su segundo que verificara la situación de Dalton. Él fue al otro cuarto. “¿Serías capaz de usar eso contra mí?”, le preguntó Arteaga, refiriéndose a la pistola. “Si me das el menor motivo no lo dudaría”, respondió Jonás.
(Jonás, en realidad Jorge Meléndez, según muchos el mejor jefe militar guerrillero en el terreno durante la guerra, me lo confirma 28 años después: “Ni en ese momento ni nunca me tembló la mano. Para un combatiente del ERP el cumplimiento de la misión era cosa sagrada. Por eso Arteaga entendió mi respuesta. Esa fue nuestra escuela”.)
En eso escuchó un grito desde el cuarto donde estaba Dalton, y corrió, “¡Este hijuepueta está armado!”, le dijo su segundo. Jonás apuntó a la frente de Dalton. “No disparés”, gritó el poeta, asustado, “yo mismo avisé que tenía el arma”. Jonás le quitó la pistola y mandó que lo sacaran al patio, con la orden de disparar al menor movimiento”.
“Una madrugada de abril de 1975, Jonás y cuatro combatientes bajo su mando llegaron a una casa clandestina de Santa Anita. La misión consistía en relevar a la unidad que vigilaba a dos prisioneros confinados en cuartos separados, pero libres de manos y pies: Armando Arteaga y Roque Dalton, compañeros acusados de insubordinación.
Colocó el dispositivo de defensa y ordenó a su segundo que verificara la situación de Dalton. Él fue al otro cuarto. “¿Serías capaz de usar eso contra mí?”, le preguntó Arteaga, refiriéndose a la pistola. “Si me das el menor motivo no lo dudaría”, respondió Jonás.
(Jonás, en realidad Jorge Meléndez, según muchos el mejor jefe militar guerrillero en el terreno durante la guerra, me lo confirma 28 años después: “Ni en ese momento ni nunca me tembló la mano. Para un combatiente del ERP el cumplimiento de la misión era cosa sagrada. Por eso Arteaga entendió mi respuesta. Esa fue nuestra escuela”.)
En eso escuchó un grito desde el cuarto donde estaba Dalton, y corrió, “¡Este hijuepueta está armado!”, le dijo su segundo. Jonás apuntó a la frente de Dalton. “No disparés”, gritó el poeta, asustado, “yo mismo avisé que tenía el arma”. Jonás le quitó la pistola y mandó que lo sacaran al patio, con la orden de disparar al menor movimiento”.
Ajá, pero eso dice
usted que dice Geovani Galeas.
Sí, pero aquí Geovani
Galeas confirma lo escrito porque habló 28 años después con usted y cita sus
palabras.
Sí, pero usted me está
hablando del asesinato de Roque Dalton
Por eso le pregunto su
participación en estos hechos… [Interrumpe]
No, usted no dijo participación
en estos hechos. Usted dijo participación en el asesinato. Son cosas
diferentes.
Insisto: Joaquín
Villalobos lo involucra a usted…
Sí. Es una decisión
del ERP, exactamente. Lo que usted dijo y yo no sé si eso dijo Joaquín y yo le
dije que eso es falso. Fue un proceso político y yo he decidido, porque se
dicen cosas a medias, que cuando haya que decir la verdad, la voy a decir yo. Tengo
ese derecho. Yo estuve ahí y yo sé lo que pasó. Yo tengo mi interpretación y yo
tengo que decir la verdad que a mí me corresponde y no como ahora: que viene
siempre un periodista, pregunta muchas cosas y después dice lo que le da la
gana o lo que él entiende. Quiero dejar en claro uno: no soy el asesino de
Roque Dalton. Dos: creo que cuando alguien dice el asesinato de Roque Dalton
está equivocado. Debería investigarse más. Esa es mi respuesta.
Recuerdo que dijo que
escribiría un libro al respecto… [Interrumpe]
Sí, porque hubo un
periodista que insistía, insistía y entonces yo le dije: “Algún día voy a
escribir una novela o un libro y para que se venda, ahí voy a contar”. Es una
estupidez, ¿verdad? Porque en realidad es una falta de respeto, pero también el
periodista tenía una total falta de respeto, porque yo le dije: “Mire: prefiero
no hablar del caso”, porque creo que es un caso en el cual es bastante
importante dilucidar la verdad y decirla, pero la debe decir uno. La debe
plantear uno tal como la analiza y de manera completa. Porque aquí se dicen
muchas cosas y cualquiera afirma, dice. Los que hablan ni saben ni dicen la
verdad ni explican. Yo ya estoy cansado de escuchar… Y entonces yo digo… Bueno,
¿cuál es el…? Porque creo que la gente pregunta básicamente, con esas palabras,
porque así lo han dicho: “¿Quién asesinó a Roque Dalton?”. Una cosa dejo clara:
yo no asesiné a Roque Dalton.
¿Entonces ese libro no
existe?
Yo no he escrito
ningún libro
¿Y entonces lo
escribirá?
Si algún día decido
decir la verdad, pues no sé si será un libro o será simplemente un
documento, pero créame que cuando eso suceda lo haré con mucha
seriedad y porque hay demasiadas cosas importantes: la historia de una organización,
de muchos líderes, la historia del mismo Roque Dalton, la historia de
Arteaga [Armando Arteaga alias “Pancho” quien fue ejecutado junto al poeta]. Hay
muchas cosas importantes que decir, el involucramiento de
otras organizaciones, personajes.
Si después de 35 años
de los hechos dice estar cansado de esto, ¿por qué no habla de ello.
¿Qué se lo impide?
Yo no creo que sean 35
años, creo que es más…
Fue asesinado el 10 de
mayo de 1975. Hasta la fecha son 35 años.
Exacto. Bueno, a mí no
me lo impide nada. Ahí es simplemente mi decisión.
Pero su decisión
involucra terceros, a la familia del poeta. El mismo presidente Funes lo ha
llamado “nuestro más grande poeta”. Hablamos de una lesión cultural para el
país.
Es una obligación
histórica reconstruir la historia y cada uno de nosotros pone su aporte. Usted
ya me leyó una serie de cosas y entonces digo que lo escriben de una manera que
cada quién considera cómo es que debe escribir. Yo lo debo decir y lo debo
escribir como yo pienso que es responsable y cuando yo crea que es el momento
de sentarse y de ponerse a hacerlo. Yo creo que eso es una obligación
importante para el país, pero no creo yo, porque usted sea un periodista, tenga
yo que hablarle a usted, ahora, en este momento qué es lo que ha pasado en cada
situación. Yo he tratado de colaborar para que las cosas se entiendan bien y el
resultado para mí al final no es claro. He visto a los hijos de Roque Dalton
dando declaraciones horribles sobre mi persona que no tienen nada que ver con
la realidad. Entonces yo digo que esta gente ha interpretado esas cosas que se
dicen. Ya no más. El día que hable lo voy a hacer yo: tal como yo
quiero que se diga y que sea responsable y que sea la verdad dentro de lo que
mi honestidad pueda. Así son las cosas y las voy a decir por escrito, porque
creo que es la mejor manera.
¿Cuál fue su
participación en los hechos?
Yo fui miembro
fundador del ERP y el ERP dentro de ese proceso es parte de su historia. Un
miembro del ERP también fue Roque Dalton. Él también es parte de esa historia.
Todos somos responsables de esa historia.
Disculpe la
insistencia, seré más directo: ¿Usted no tuvo ninguna participación en los
hechos que llevaron a la desaparición física del poeta Roque Dalton?
Se lo repito: el ERP
fue fundado desde los años 70 y entre uno de los episodios del ERP está un episodio:
la muerte de Roque Dalton. De eso somos actores todos los miembros de aquel
entonces ERP y yo fui un miembro del ERP con mucho orgullo. Todo lo bueno, lo
malo… [De] todo lo que se hizo somos responsables.
¿Qué pensó cuando supo
en aquel momento del asesinato de Roque Dalton?
Yo no recuerdo el
asesinato de Roque Dalton, recuerdo un proceso político en el cual salieron
muertos varios compañeros. Uno de ellos, Roque Dalton.
¿Entonces la muerte de
Roque Dalton debe quedar ahí, en eso: en un proceso?
Fíjese que el ERP es
la única organización —creo que en el mundo entero y en la historia de las
fuerzas de izquierda— que publicó un balance y una versión de los sucesos de
1975. Se pudo haber dicho cualquier cosa, [pero] el ERP se hace responsable y
es porque el ERP lo publicó con un criterio: esto pasa por el seno de la
izquierda, de toda la izquierda armada y [hay que] darlo a conocer para que no
suceda nunca más. Fue nuestra obligación y se dio a conocer. Desgraciadamente
pasó muchas veces más, no en el ERP, pero sí en otras [organizaciones].
Soy parte de esa
historia [del ERP] y creo que tengo derecho también… porque me lo he ganado con
sangre, sacrificio. Me lo he ganado con olor a polvo, muertos, sangre propia,
de familia, de compañeros y a mucha pólvora. Tengo derecho a tener
mi versión y mi decisión.
¿Cómo llega a ser
parte usted de las estructura del gobierno? ¿Fue impulsado por el FMLN o
invitado por el presidente Funes?
Yo soy miembro del
Partido Social Demócrata que está en proceso de organización en su estatus
legal porque el Tribunal Supremo Electoral (TSE) nos impidió la inscripción,
pero hacemos lucha política. Parte de los esfuerzos que hacemos —y entre otros—
es la alianza por llevar a la victoria al presidente Funes que fue candidato
del Frente, porque si dejamos decena de miles de muertos en el camino —entre
ellos el mismo compañero Roque Dalton— esa sangre y todo ese esfuerzo tiene que
traducirse en la posibilidad de enrumbar el país en sentido de justicia social
y democracia. Tengo una alianza con el FMLN y tengo una alianza con el
presidente Funes. Es decir: con ambos. Pero es eso: alianza. Pero mi
pensamiento y mis convicciones son del socialismo democrático y desde ese punto
de vista participé en política. Hablando del gobierno: me propuso el presidente
Funes si deseaba participar en distintas áreas. Me propuso varias y entre ellas
propuso el tema de Protección Civil. Para mí esto es importante por lo que
significa para la gente y acepté esto.
¿Qué significa para
usted el mes de mayo? ¿Qué resonancia tiene en usted el nombre de Roque Dalton
cuando aparecen periodistas y le preguntan por él?
Antes de la muerte de Roque Dalton, él era un personaje
mítico que yo admiraba a través de mis padres que me hablaban de él. No fue
contemporáneo mío y después de la muerte del poeta, yo sigo admirando la obra
de él. Yo sigo viendo con mucho respeto la participación de él en el proceso
político, que es muy complejo. Por eso digo: usted dice asesinato y yo digo, no.
Mire, momento. Porque es hasta un irrespeto a la figura de Roque Dalton, porque
lo ponen en una situación de alguien que asesinaron. No. Hay un proceso
político. Él es parte de las bajas y de los personajes históricos más
importantes de nuestro país. Y cada vez que llega mayo, yo no tengo la
conciencia negra. Cada vez que se habla de Roque Dalton siento mucho orgullo de
Roque Dalton y también me doy cuenta que hay mucha gente que no entiende ni
sabe lo que pasó y entonces dice cualquier cosa y quizás mucha de esa gente no
ha hecho nada por este país y tienen interpretaciones muy simplistas, pero eso
es responsabilidad de los que escriben: unos escriben en forma novelada, otros
porque se sienten agredidos y otros porque hablan con total ignorancia.
.
Me llama la atención que
cuando usted dice que tiene su propia versión de los hechos y que
tiene derecho a no contarla y a decirla cuando crea conveniente… [Interrumpe]
Cuando yo crea que
tengo el tiempo y que lo puedo contar y lo puedo decir con claridad y que sea
un aporte a la historia de nuestro país, que se reconozca, se conozca, y que sea
una fuente para los historiadores y que sea una fuente de investigación… Porque
miré: usted está escribiendo un artículo, un reportaje. Usted tiene su tesis y
tiene su derecho. Cualquier cosa que diga usted lo va a poner en ese contexto y
obviamente pondrá una parte, no todo lo que diga. Entonces ya no quiero
prestarme a eso, tengo mi derecho. Tengo cosas que decir que son importantes
porque yo soy un actor. Conozco el contexto y conozco mucho más. Hay muchos que
hablan de la muerte del compañero Dalton como una cosa mágica, aislada. Eso no
es correcto, pero en fin. Ese es mi punto de vista.
En ese trozo de verdad
que usted tiene, ¿sabe cómo sucedieron los hechos, cómo fue su
muerte?
Eso es lo que yo voy a
contar y ahí se van a dar cuenta todo lo que sé y lo que no sé. Obviamente lo
que no sé no lo voy a poder decir, pero lo que sé sí lo voy a decir.
¿Su silencio sobre lo
que sucedió con Roque Dalton lo considera un derecho?
Es un derecho que yo
tengo, el decirla o escribirla.
¿Cómo se debatió en el
seno de la izquierda el asesinato de Roque Dalton aún después de los Acuerdos
de Paz o en este nuevo gobierno?
En el seno de la
izquierda nunca se ha hablado de los muertos indebidos, porque no estamos
hablando de Roque Dalton. Porque estamos hablando de Ana María, la exdirigente
de ANDES 21 de julio. Estamos hablando de muchos ajusticiados que no aparecen
en la historia. Hay incluso un libro. Publicaron una historia en San Vicente
[caso Mayo Sibrián que salpica al presidente de El Salvador: Salvador Sánchez
Cerén], porque todos los que estuvimos en la izquierda armada, porque hoy lo
que llaman izquierda, no sé. Es otra cosa… Mire: hay cientos de
muertos. Todos hay que reivindicarlos. Y no solo en El Salvador. Esto pasó en
Guatemala, Nicaragua, Colombia… Es importante porque desmitifica a los grupos
armados, la guerra. La gente lo ve como algo heroico, puro. Las guerras son
situaciones excepcionales de mucho dolor, de muchos muertos, de faltas de ley,
de decisiones siempre arbitrarias. En la Comisión de la Verdad los
compañeros de todas las organizaciones no dijeron las verdades. A mucha honra: en
el ERP siempre hemos tenido una actitud de “esto hay que decirlo”, porque esto
ayuda en la historia y lo de Dalton hay que decirlo. Lo que no voy a decir en
este momento… O no se lo voy a decir a usted en este momento, pero que lo voy a
decir. Claro que sí.
Pero su silencio ha
contribuido a que las cosas queden en el limbo con respecto a Roque
Dalton
Nosotros lo dijimos por
escrito como organización. O sea: se llamó balance de los sucesos de 1975 y se
discutió en toda la organización y se hizo público y dimos esa razón por
escrito…
Entonces cuando dice
que “dimos esa razón por escrito” tiene razón Joaquín Villalobos de mencionar
su nombre [en la decisión de ejecutar al poeta Dalton]
Yo nunca he negado que
he sido miembro del ERP. Lo que le he dicho es que no puedo hablar de asesinato
como lo hace usted. Yo hablo de procesos políticos, hablo de las
responsabilidades del ERP y hay organizaciones y hay miembros de otras organizaciones
que participaron.
Joaquín Villalobos me
menciona a mí porque yo era miembro de ERP y todos los miembros del ERP nos
hacemos responsables. Yo no era miembro de la dirección del ERP en ese momento,
pero no quiere decir que yo no fui miembro del ERP. Fui partícipe de todo el
proceso político del ERP.
He visto en usted que
hay cierta incomodidad cuando menciono la palabra asesinato, ¿por qué?
No incomodidad. Lo que
ha habido es una clarísima discrepancia con usted. Usted lo llama asesinato y
yo no.
¿Cómo lo calificaría
entonces?
Creo que [Roque
Dalton] es una persona que murió fruto de un proceso político, proceso político
dentro de una guerrilla.
¿Y cuándo tendremos su
versión del caso?
Hoy por hoy mi
preocupación es salvar vidas. No tengo tiempo para ponerme a escribir. Las
causas por las cuales murieron decenas de miles de compañeros, las causas… Porque
yo tengo varios balazos en el cuerpo, porque yo perdí hermanos, primos, tíos y
tías. Yo sigo pensando en el futuro. No puedo estar pensando en el pasado. El
que pretende avanzar poniendo la cabeza hacia atrás no va a avanzar. Ya habrá
momento en que uno podrá reposar y decir: “hoy es el momento de dar mi aporte
en otro tema”. Yo no tengo prisa.
*Fotografía del periodista, Gabriel García.
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