sábado, 17 de junio de 2017

Jorge Dalton: El FMLN ha traicionado el legado y la figura Roque Dalton



Hace cuatro décadas al poeta Roque Dalton le dieron plomo a traición. Las balas salieron de la cúpula del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Lo acusaron de ser agente espía cubano. Luego cambiaron la versión y dijeron que era miembro de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos. Esto último cuajó en la mente de sus compañeros de armas y significó el fin para el poeta creador de “Taberna y otros lugares”.

Los que decidieron matar al poeta Roque Dalton siguen con vida. Uno de ellos es Joaquín Villalobos —fue asesor del expresidente mexicano, Felipe Calderón— y el otro es Jorge Meléndez —funcionario desde que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) llegó al poder—. El primero fue el que puso las balas en el cuerpo del poeta, el segundo fue el carcelero y el verdugo que le daba golpes, según la familia Dalton.

Jorge Dalton es cineasta e hijo del poeta salvadoreño asesinado en 1975. En esta breve conversación el artista señala que el crimen de su padre sigue impune gracias al FMLN.

“El partido no ha movido un dedo en colaborar con el esclarecimiento del crimen porque no les interesa”.

Jorge Dalton es productor de cine y televisión. Actualmente es el  director de Cine y Audiovisuales de la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura). Ha vivido y trabajado en México, Estados Unidos, Honduras y  El Salvador. Ha dirigido un total de diecisiete documentales, diversos programas de televisión con temáticas de cine, revistas culturales, conciertos de música  en vivo y numerosos videoclips tanto en Cuba, México y  El Salvador.

También ha sido jurado del  Festival Internacional de Cine de Guadalajara, (México), Festival Internacional de Cine en Centroamérica, Ícaro (Guatemala) y Festival Latino de Nueva York (Estados Unidos).


Se cumplen 42 años de la desaparición física de Roque Dalton. ¿Todavía hay algo que decir?

El crimen del poeta Roque Dalton sigue en la absoluta  impunidad. Sus asesinos siguen sin esclarecer nada ni revelar el sitio donde se encuentran sus restos. Para colmo, el Estado se ha hecho cómplice del pacto de silencio de los asesinos.  Sigue siendo un acto de  gran injusticia y uno de los crímenes emblemáticos que no se han resuelto como es el caso del asesinato de los curas jesuitas de la Universidad Centroamericana, el de monseñor Romero y otros crímenes atroces que son parte de todo un sistema de impunidad en el cual han tenido mucho que ver la derecha y la izquierda. El Estado salvadoreño al no hacer nada al respecto se hace cómplice.

Como familia hicimos una carta al expresidente Mauricio Funes al inicio de su mandato. Mi hermano habló también con Hato Hasbun —secretario de Gobernabilidad de Casa Presidencial— y con otros miembros de la cúpula del Gobierno. Nos reunimos con Medardo González —secretario general del partido FMLN— directamente. Él nos aseguró que el FMLN no tenía responsabilidad en el nombramiento de Jorge Meléndez en ese primer gobierno. O sea: entendimos que tanto el matrimonio Mauricio Funes y Vanda Pignato fueron los que nombraron a Meléndez como funcionario.

Con el gobierno actual  del presidente Salvador Sánchez Cerén,  el FMLN ratificó en el cargo a Jorge Meléndez. Él está señalado de haber participado en el crimen de mi padre. Al inicio de este segundo mandato llegamos a la conclusión de que Medardo González también nos engañó. Comprobamos  que  ese nombramiento había sido algo pactado entre todos ellos y no fue un asunto solo de Funes y Vanda Pignato.

El FMLN ha traicionado el legado y la figura de Roque Dalton. Ha pisoteando su obra literaria y hasta su pensamiento político y todo lo que mi padre significa para El Salvador y el resto de Latinoamérica. Entonces, no les bastó no solo con ensuciar la memoria del poeta revolucionario, sino que engañaron a mi familia, engañaron y pisotearon a mi madre y han engañado también al pueblo salvadoreño.

Villalobos y Meléndez no solo  son responsables del crimen de mi padre, sino de otros crimines que incluso están en el Informe de la Comisión de la Verdad. Fue el FMLN quien —a Jorge Meléndez— lo ha elegido y protegido de la manera más  impune, desfachatada y vergonzosa durante todos estos años. Cada día el FMLN deja evidenciado que no le interesa la figura del poeta meritísimo Roque Dalton. He llegado a pensar que en el fondo detestan a mi padre y todo lo que su figura significa. El partido no ha movido un dedo en colaborar con el esclarecimiento del crimen porque no les interesa.

El resultado y la respuesta a nuestra carta de parte del expresidente Funes fue más que miserable. Se puso a la par del victimario y echó a un lado a las víctimas. Ofendió públicamente a mi familia utilizando todo su poder para anularnos cuando le prohibimos pronunciar el nombre de mi padre en sus discursos.

El muy miserable [del expresidente Funes] quería centrar su show político con el título del poemario “El turno del ofendido”. Y una ofensa recibimos luego que mi hermano le solicitó a Hato Hasbun que no usara el nombre de mi padre. Y la reacción del expresidente Funes fue la misma reacción de quienes han protegido a los asesinos y los torturadores de Latinoamérica. La actitud de la primera dama de entonces, Vanda Pignato no pudo ser más miserable también, porque nunca se acercó a darnos ni  la mínima explicación. Me imagino que ella tenía que ser fiel a sus vínculos de amistad con Jorge Meléndez y Joaquín Villalobos. Este último es el asesino directo del poeta Roque Dalton.

Hace poco —en un centro comercial de San Salvador— la exprimera dama, Vanda Pignato se encontró con mi madre. Pignato la abrazó y la elogió de  manera  hipócrita y descarada. Mi madre tiene ya 85 años y cada vez es más frágil y sin fuerzas para reclamar nada. Y al parecer ella se irá de este mundo sin ver la tumba del padre de sus hijos. Hasta dónde ha llegado la desfachatez, la mentira y la impunidad de semejantes sabandijas en mayúsculas.


Hay una nueva generación de poetas en El Salvador. ¿Crees que Roque Dalton sigue siendo una influencia literaria?

Hay una nueva generación de poetas y escritores salvadoreños y seguramente mi padre seguirá siendo una gran influencia, pero creo que los escritores deberán crear estilos propios acordes a los nuevos tiempos. Esta nueva generación literaria tendrá que ingeniárselas para trascender y no quedarse en los localismos, los intentos y los esfuerzos. Esto es algo muy impregnado en la cultura salvadoreña a lo largo de la historia. Y no solo pasa con la literatura sino también  con el cine, las artes plásticas y las demás expresiones del arte. Hay un gran temor a trascender y eso ha sido un signo muy marcado de una cultura subdesarrollada. Un escritor debe ser también un intelectual en todos los sentidos. Debe ser parte de la conciencia crítica y generadora de un pensamiento que ayude a transformar la sociedad y eso en El Salvador de hoy es muy escaso. No hay una producción y un ambiente literario como existe en Nicaragua o Guatemala. El panorama literario aquí es difícil porque El Salvador no está catalogado como un país de lectores. Es un país en el que la gente no lee. Han desaparecido las librerías y las bibliotecas están vacías.  La gente se reúne en un bar o un café para  hablar de política, para hablar de cualquier cosa menos de arte y cultura.  Consumen televisión de manera sedienta para ver desfilar en los programas de opinión y noticieros a los mismos políticos  de siempre. El salvadoreño común vive atrapado en el círculo sin salida de la política. El salvadoreño no lee  y para colmo tampoco va al cine, porque lamentablemente tampoco no hay  nada que  ver.

Por último,  la política literaria del Estado o la gestión del Estado —en ese orden—  es insuficiente. El término mediocre es ya un elogio. Es  de verdad paupérrima.

De todas maneras el panorama puede ser muy negativo pero eso no es motivo para la no existencia de una buena literatura. En Haití hay buenísimos poetas y hubo siempre buenos escritores e intelectuales.


Hay algo que vi en Cuba: Las nuevas generaciones de artistas no saben sobre Roque Dalton. ¿Vaticinás un olvido de la vida y obra de tu padre en la Isla?

No tengo la misma opinión que tienes sobre la obra de mi padre en Cuba. Yo creo que en Cuba sí se venera a mi padre, su  poesía y lo que significa su figura. Es un sitio donde mi padre aún no está olvidado ni muerto, por suerte. Pero por supuesto, el olvido de las nuevas generaciones es un peligro. Ya incluso los jóvenes cubanos de hoy ignoran muchas cosas importantes de la propia cultura cubana.

En este asunto del olvido  que seremos, cito al gran escritor colombiano Héctor Abad Faciolince: “Todos estamos condenados al olvido y todos seremos derrotados, pero hay derrotas peores que la muerte”. En Cuba están en peligro un sinnúmero de cosas que tienen que ver con el olvido y la memoria. Ya Cuba no es la misma Cuba de 1968. Ni siquiera la Cuba de 1990. Lo que fue para muchos la Revolución Cubana —y la continuidad de ese proceso en toda su dimensión— está por definirse. A pesar de que me considero hijo de ese proceso que se inició en 1959, mis motivos de apego son mucho más profundos, son muy de raíz y están estrechamente relacionados con la nación cubana y soy de un pensamiento martiano. Siempre he vivido agradecido de mis padres por haberme llevado a vivir a Cuba. Y pienso que uno es del lugar donde crece y se forma, donde casi todo es por primera vez.

Hoy Cuba atraviesa por un momento complejo y los jóvenes que no tienen el mismo compromiso que tuvieron sus padres y abuelos hoy miran el futuro —por lógica— muy diferente. Ahora está la nueva relación con Estados Unidos que aún no sé muy bien en que va a desembocar. Un amigo cubano —un poco en  broma— decía que uno de los grandes problemas de Cuba es estar lejos de Dios y demasiado cerca de los Estados Unidos.  Pero yo confío en la nación cubana y no dejo de pensar en la reconciliación entre los cubanos. Esto es inevitable y es la única solución para un futuro próspero y abierto al mundo. Es una nación que a pesar de los pesares tiene muchas virtudes.


Jorge Meléndez ha aseverado dos cosas: en 2010 dijo que no conoció el asesinato de Roque Dalton sino un proceso político —dentro del ERP— en el que resultó muerto tu padre y otros guerrilleros. En 2016 afirmó que “Ni siquiera sabía que existía Roque Dalton”. ¿Qué pensás de estos cambios de discurso?

Sobre lo que dijo Jorge Meléndez en 2010 —que no se trató de un asesinato, sino de un “proceso político”—, pues puede que tenga razón, porque los asesinatos que se cometían a mansalva en la Unión Soviética —en la época de  Stalin y los famosos “Juicios de Moscú”— y los crímenes que se cometieron en la Checoslovaquia estalinista en Hungría, Rumania y Polonia —en los que murieron miles y miles de personas bajo innumerables acusaciones y que fueron a parar a fosas comunes— los denominaban así: “procesos políticos”. Nunca reconocieron que eran crímenes de lesa humanidad.

Y sobre la frase “Ni siquiera sabía de la existencia de Roque Dalton”, pues a mí no me sorprende todo lo burdo y despiadado que pueda ser este personaje de Jorge Meléndez.  Cuando mi padre fue asesinado dijeron primero que lo ajusticiaron por ser “agente cubano”. Luego salieron con eso de que lo habían matado por “agente de la CIA”. Y  mí ya no me sorprendería que dentro de poco el FMLN diga algo parecido. Si han resultado ser  tal para cual, porque Jorge Meléndez goza de toda la estima del FMLN y no me extraña que algún día el FMLN  hasta les erija un monumento a los asesinos del poeta Roque Dalton.


La familia Dalton se ha esforzado por esclarecer el asesinato de Roque… ¿Me equivoco si digo que eso mismo —al parecer— no sucede con tu hermano que desapareció a principios de 1980?

Él murió en combate en el departamento de Chalatenango como muchos que murieron y sus cadáveres quedaron en el camino. No sabemos mayores detalles. Yo no estuve en la guerra. Yo no participé y ni siquiera vivía en El Salvador. Mi hermano mayor muere en el mismo combate que mi hermano Juan José es capturado por las tropas élites del ejército. No supimos más. Es la razón por la cual nunca hemos reclamado, porque no se trata igual que lo de mi padre. Mi hermano muere en un combate en la montaña contra el ejército. La pérdida de mi padre y de mi hermano significa una gran desgracia para mi familia. Para nosotros hablar de eso es sumamente doloroso.


Roque increpó a Miguel Ángel Asturias por haber ocupado un cargo público que reñía con la ética revolucionaria e intelectual y le aconsejó por dignidad que renunciara a su cargo a la embajada de Guatemala en París. Si el Gobierno del FMLN mantiene en sus filas a un supuesto asesino de Roque Dalton, ¿por qué no renunciás a la Secultura? Es decir: ¿por qué no renunciás a tu cargo como funcionario del gobierno del FMLN? Y también lo digo porque te has mostrado abiertamente crítico hacia el partido y su actuar.

Bueno, son casos muy diferentes y épocas muy diferentes en cuanto a lo que  mencionas relacionado con  Miguel Ángel Asturias y mi padre. Es importante aclarar que yo no fui elegido por el FMLN para ocupar el cargo que tengo como director de Cine y Audiovisuales de la Secultura. Cuando el FMLN llegó al poder yo ya estaba  ahí medio año antes de que el expresidente Funes llegara al Ejecutivo. Fui contratado para ocuparme de lo que en aquel entonces se llamaba Unidad de Video cuando aún existía el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura). Entonces, yo desde el primer día presenté un proyecto de convertir la Unidad de Video en la primera instancia cinematográfica y audiovisual en la historia del Estado salvadoreño. Con mucho sacrificio creé el Centro de Producción Audiovisual donde se han realizados documentales y programas de televisión de corte cultural que incluso ayudaron a fortalecer y aumentar la teleaudiencia de Canal 10. Estamos por lanzar dentro de poco el primer programa de televisión digital. Pude crear un equipo de trabajo con gente joven y profesional. Es una instancia que camina a la par de todo el nuevo panorama audiovisual salvadoreño. Yo no fui elegido por el FMLN bajo ningún concepto ni ningún otro partido. Tampoco tengo compromisos partidarios ni políticos de ninguna clase con nadie. Yo soy un cineasta. Un trabajador comprometido con el arte, la cultura y el país. Bajo esas condiciones fui contratado y esa es parte de mi misión aquí. Me propuse dejar  un legado que está muy vinculado a todo el esfuerzo por la existencia de un cine nacional,  donde el Estado tiene muchas obligaciones. Yo no llegué aquí con un cargo político ni por “ser chero” de nadie. A mí me ampara mi trayectoria, mi obra y todo el trabajo que he venido desarrollando por el cine salvadoreño y la cultura en este país. Yo no vine al Estado como han llegado otra gente afín o militante del FMLN que llegó a asaltar el Estado como si fuera un botín de conquista como lo hizo el partido ARENA en el pasado. Es aberrante e injustificable la filosofía del FMLN: si ARENA robó y despilfarró porqué nosotros no lo vamos a hacer.

Yo soy un cineasta revolucionario y enemigo de la burocracia, la mediocridad, la mentira y la corrupción  y yo vine a cumplir con mi deber y no andar en babosadas políticas. No me perdonan que yo diga las cosas y si tengo que salir a la calle con un megáfono a acompañar a los trabajadores, pues lo hago. Yo no estoy señalado ni soy sospechoso de cometer ningún crimen. Yo no tengo nada que ver con esa podredumbre de otros funcionarios altamente sospechosos de crímenes, corrupción e enriquecimiento ilícito. Esa es la gran diferencia [entre Jorge Dalton] con el cargo que ocupa Jorge Meléndez. Si alguien  sabe de esa gran diferencia es el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén. Él sabe perfectamente quién soy yo y conoce perfectamente a mi familia. Él sabe de sobra de dónde viene Jorge Meléndez y en lo que estuvo involucrado. Es el presidente de la República quien tendría la obligación, la honorabilidad, la honestidad y  la autoridad necesaria —en nombre de la justicia y la verdad— de destituir a Jorge Meléndez señalado por el crimen de un poeta.


El vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz pidió que no se extraditaran a los militares señalados en haber participado en el asesinado de los jesuitas de la UCA. Y al Gobierno no le cayó en gracia que se declarara ilegal la Ley de Amnistía de 1993. ¿Por qué creés que ocurren estos cambios de postura?

Bueno, la protección de esos militares e impedir que fueran extraditados por España —señalados de graves violaciones a los derechos humanos— se inició con Mauricio Funes y el FMLN. Ellos se prestaron para eso. Este es otro acto vergonzoso, sucio —y sobre todo— un acto de traición a las víctimas de tales asesinatos. El vicepresidente Ortiz pone en claro su postura —que en definitiva es la postura del FMLN— de estar en contra  del esclarecimiento de la verdad. Ellos son pieza clave de ese sistema de impunidad que reina en el país. Los miembros del FMLN están evitando por todos los medios que los casos de crímenes cometidos por el FMLN no  salgan a flote. El FMLN  definitivamente se pone al lado de los victimarios y anula a las víctimas.

Con el caso del asesinato del poeta Roque Dalton, no pueden ser más claros. Como dije al inicio: no han movido un dedo en ayudar al esclarecimiento de la verdad  y eso de alguna manera los hace cómplices de quienes cometieron el crimen porque se han dedicado a proteger a esos victimarios. Yo creo que todo eso es parte de un proceso de  corrupción política dentro del FMLN. Ellos han pisoteado muchos principios, se olvidaron hasta de su propia gente. Se traicionaron a ellos mismos. Se olvidaron de  los que lo dieron todo, de los que sacrificaron lo más preciado que tenían que es la vida.

(Jorge Dalton cita los versos de un poema de su padre).

Se olvidaron, pues de:
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco más de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo,.
mis compatriotas,
mis hermanos….


Eso es imperdonable como son imperdonables los que asesinaron al poeta Federico García Lorca. Yo considero que el FMLN no es revolucionario. Lo dejó de ser hace mucho tiempo.

*Esta entrevista fue publicada en el periódico digital Cuarta de Guadalajara, México.

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